El gobierno de Donald Trump dijo el viernes que inició una investigación sobre filtraciones, un día después de que The New York Times informara que los reportes de inteligencia de Estados Unidos no estaban de acuerdo con una afirmación clave utilizada para justificar la invocación del presidente Trump de una ley de tiempo de guerra con el fin de deportar a los migrantes venezolanos de manera rápida.
En un comunicado, el fiscal general adjunto, Todd Blanche, dijo que la investigación criminal se relacionaba “con la filtración selectiva de información inexacta, pero clasificada, de la comunidad de inteligencia”.
El fin de semana pasado, Trump emitió una proclamación invocando la Ley de Enemigos Extranjeros, declarando que la banda venezolana conocida como el Tren de Aragua había invadido Estados Unidos y ahora estaba sujeta a deportación sumaria bajo esa polémica ley.
Al hacerlo, afirmó que la banda estaba cometiendo delitos en Estados Unidos en coordinación con la dirección política de Venezuela.
El Times informó el jueves que la afirmación de Trump no concordaba con las conclusiones de un documento de inteligencia del 26 de febrero. El documento indicaba que las agencias de espionaje del país creen que la banda no está controlada por el gobierno venezolano ni comete delitos bajo sus órdenes.
Los analistas dijeron que tenían una confianza “moderada” en esa evaluación, una opinión compartida por la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional, informó el Times. El reporte también describía cómo una agencia, el FBI, disentía en parte, expresando la opinión de que la banda tenía una conexión con el autoritario presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, basándose en información que las otras agencias no encontraban creíble.
En su declaración, Blanche condenó lo que calificó como “esfuerzos políticamente motivados” para socavar la agenda del presidente. También defendió el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros, que está siendo impugnada en los tribunales.
Una portavoz de The New York Times advirtió sobre las consecuencias de las investigaciones sobre filtraciones.
“La libertad de prensa es una piedra angular de la democracia y es fundamental para que los ciudadanos puedan exigir responsabilidades a su gobierno. Las investigaciones sobre filtraciones pretenden enfriar las comunicaciones entre periodistas y fuentes, y socavan la capacidad de una prensa libre para sacar a la luz información vital que, de otro modo, podría quedar oculta”, afirmó la portavoz, Danielle Rhoades Ha, en un comunicado.
“Nuestra historia planteó cuestiones fundamentales sobre si el pueblo estadounidense estaba recibiendo una historia veraz sobre una importante cuestión de seguridad nacional”, continuó. “Eso es precisamente lo que deberían hacer los periodistas, independientemente del partido que gobierne”.
El anuncio de Blanche se produce mientras los funcionarios gubernamentales toman medidas para despedir, degradar o reasignar a personas en todo el gobierno a las que con frecuencia se refieren como miembros del “Estado profundo”, un término usado para lo que definen como una capa de burócratas que tratan de utilizar los sistemas de gobierno para afectar o limitar la agenda de Trump.