Luis de la Fuente ayer con la lista de convocados para el partido de la Roja en Mestalla. / Efe/Ana Escobar
Mestalla sabe que lo único importante son los puntos. Por si no estaba claro, la castaña del último partido ante el Valladolid fue la muestra definitiva. Quizás por eso la emprendió con Mamardashvili, que lleva cantando hace demasiados partidos, la opción lógica es darle descanso, pero cuando Corberán repite el error de alinearlo y el partido está en juego, no está bien que la grada lo abronque para ponerlo más nervioso. Hay demasiado en riesgo para tanta frivolidad. Vienen los partidos decisivos, y el técnico debe saber qué guardameta está física y mentalmente mejor, pero sin duda alguna, porque una de las claves del desastre de esta temporada son la cantidad de goles encajados. El Valencia, junto con Las Palmas, anota ya 45 tantos en contra, ambos superado por el Valladolid, con 65. De los otros que están en el ajo, Espanyol, Leganés y Alavés, son los periquitos los que presentan una portería solvente, con el emergente Joan García, criado en la potente cantera blanquiazul, y que de seguir así llegará más lejos de Cornellà-El Prat. Casi siempre la mejor solución está cerca.
En el duelo de esta noche en Montilivi solo sirve puntuar, y mejor tres que uno. Los de Míchel no están tan fuertes esta campaña porque la Champions y la baja de algunas de sus figuras les ha pasado factura, aunque el Girona sigue practicando un buen fútbol. Pero, reitero, da lo mismo, lo importante ahora es sumar. Y además de la portería, Mosquera y Tárrega parecen más lentos que al principio de curso, por lo que Corberán se supone que ha trabajado esta semana alguna alternativa. La plantilla es corta e inexperta, pero lo sabía antes de aceptar el reto.
Luego vendrá el parón de la selección y gracias a De la Fuente, el entrenador de Cheste tendrá días para preparar la visita del Mallorca, antes de viajar al Bernabéu. Por cierto, sobre el Madrid y sus históricas ayudas, ¿alguien en su sano juicio piensa que cualquier árbitro de nivel UEFA se hubiera atrevido a anular un penalti a Mbappé o Lewandowski? No hay más preguntas, aunque nadie aclara porque Julián Álvarez no repitió la pena máxima, igual que cuando un portero mueve un pie antes del lanzamiento. Hay tanto consenso sobre el beneficio arbitral a los merengues, que la crispación ha dado paso a la guasa.
Antes, la Roja juega en Mestalla, y habrá que acudir a las memorias prodigiosas de García Candau o Paco Lloret para recordar un partido de la selección en Mestalla sin ningún valencianista, y solo con un valenciano convocado Ferran Torres. Otra consecuencia directa de venderle el club a Lim.